EL MAL ES UN QUÍMICO DESCOMPUESTO DENTRO DE MI es una ausencia del presente, establecido en un futuro que sostiene un infinito potencial para pasados coleccionables, pasados que se muestran a través de el subconsciente que determina los objetos y espacios que dan forma a un ambiguo futuro: escaleras eléctricas, postres, estacionamientos, palomitas de microondas, autopistas, desiertos y tiendas de ropa.
La serie no ofrece ni un poco de espectáculo, típicamente inherente a su forma, casi no hay dialogo hablado, a menos que sea, por ejemplo, un corte comercial que se las ha arreglado para hacer sangrar la tela de una cinta de video . En vez de eso, un grupo de voces desmembradas nos guían a través de misteriosos eventos con encantos de mercurio.
EL MAL ES UN QUÍMICO DESCOMPUESTO DENTRO DE MI
Omar y Max Bossy usan video como la única forma de escritura propia, donde imágenes se yuxtaponen irritando e incitando al ''spoken word'' , donde lo insoslayable encuentra lugar y expresión, es una telenovela que se cree obra de teatro, obra de teatro que se pone peluca de telenovela. El drama y el romance no están actuados, son reflectados como un centelleo después de observar una lampara por tiempo indefinido.